El cansancio del viaje

Sin duda alguna cada mañana nos levantamos con la esperanza de una mejor vida y de hacer de esta tierra, nuestro pais, ciudad o pueblo; un cielo mejor. Sentimos el fuerte deseo de ser mejores. Habrán algunos que no sean tan optimistas; pero bueno supongo que es así.  El mundo no es perfecto y si lo fuese viviríamos en una utopía. Lo cierto es que cada mañana iniciamos un nuevo viaje.

Tal vez pensemos en mundo sin asesinatos, robos, pillajes, actos xenófobos, enfermedades, hambre, injusticias o calamidades; pero la verdad real es que esto existe y tambien son parte del paisaje que veremos a través del avión, el carro, tren metro o medio en el que nos transportes, el mio dos patas.

Sea cual sea el destino al que queramos llegar durante el camino nos tropezamos con este paisaje variado de antologías dicotomicas y al final del día estamos agotados de los kilómetros recorridos y como si de una batalla o guerra se tratase nos sentimos agotados y vencidos so lo único que deseamos es un descanso por voluntad propia o porque la naturaleza biológica se impone determinantemente.

¡Oye tú! es normal y muy natural sentirse cansado después del recorrido de 24 horas, o del mes,quizás el año! Y recuerda que por muy derrotado o cansado que estés el viaje vale y valió la pena.

Si ha llegado la noche y te sientes cansado de la jornada, piensa en que mañana saldrá el sol nuevamente y con ello un nuevo  despertar cargado de ilusiones.

Las gavillas por más que las lleves en los lomos no son pesadas. No importa cuánto cansancio te haya causado el viaje recuerda siempre que el cansancio vale y valió la pena.

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