La soledad

Todos te hemos vivido soledad, eres esa sensación de carencia, de falta de compañía y de paz inquebrantable, que nos hace vulnerables, muchas veces debiles y otras fuertes. Me haces sentir sereno y otras veces triste, me haces sentir con dudas y aislado, pero otra veces confiado e integrado.
 
En tu dulce compañía, me siento seguro y reconciliado. Estás, pero no estás, porque estoy y no estoy. En tu amarga compania solo me odio y me siento roto. Estas, pero no estas, porque estoy y no estoy.

Quisiera agarrarte la mano para sentir tu impetuosidad, pero me siento ausente. Por más fuerzas que me quieras dar, me siento solo. Te agradezco por estar allí. No es tu culpa, es solo que me siento solo. 

Espero poder regresar de ese mundo desierto y sentir felicidad a tu lado nuevamente, pero por  los momentos me siento solo.

Mi alma se desgarra por dentro y siento que nadie está a mi lado, aún y cuando estoy en tu dulce compañía, me siento solo.

Te veo a la cara todos los días soledad, pero no me hablas, solo me abrazas y me asfixias. Vete porque me ahogo, regresa porque te necesito. Devuélveme a la dulce compañía de su presencia. Me vuelves loco soledad.

¿Qué me quieres enseñar soledad? ¿Qué nos quieres enseñar?

Comentarios

Entradas populares de este blog

¡Quiero huir!

Atado al tiempo

¡Solo quiero dormir!